miércoles, 14 de diciembre de 2011

Le Scaphandre et le Papillon

Ayer escuchaba en el radio la historia de Jean Bauby, que después de un derrame cerebral despertó dándose cuenta de que podía ver, oír y pensar perfectamente, pero no podía mover un solo músculo fuera de su párpado izquierdo. En esas condiciones escribió un libro que lleva más de un millón de copias vendidas y una película. 2 Días después de publicar ese libro, Bauby murió de un problema respiratorio.
Puede sonar a anécdota mañanera de Toño Esquinca, sin embargo lo escuche en 107.9, y además ese no es el punto. El chiste es que a veces esas cosas pasan. La vida de repente da un vuelco. Estemos preparados o no, lo importante es tomar esos cambios a favor. Aun mas importante, es reconocer un agente de cambio como tal, y no dejarlo como un hecho aislado.
Si tenemos vidas sencillas: sin guerras, sin pobreza extrema, sin enemigos mortales, sin una causa por la que dar la vida; creo que es posible inventar nuestros propios agentes de cambio, los motores de una existencia con significado.
Dudo que vaya a venir otro Hitler a llenar la vacante de super villano, y que gracias a eso tengamos un papel que jugar. Prefiero pensar que la vida nos da avisos, casi siempre sutiles, invitándonos a hacer algo por nosotros. Incluso si decidimos no hacer nada y tan solo vivir sin demasiados sobresaltos, puede que el momento de la muerte sea aquello por lo que seamos recordados.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Nomas los taqueros se salvan.

Siento que al estar escribiendo esto en calzones a mitad de la noche, recién levantado de la cama, estoy haciendo una especie de bien a la humanidad, o algo así.
Todo se resume, creo, a una necesidad de sacarme esto de la cabeza antes de dormir.
Si tan solo se tratara de dormir, estirando la pata y abrazando la almohada, todo estaría resuelto. El problema está en que llevo un par de días retorciéndome en la ansiedad de saberme en mi mero territorio, sin punto de escape, visitante de mi propia historia, la causa de quien soy.
Estoy cada vez más convencido que León, la ciudad donde me tocó crecer es una mierda. Detesto reconocerme dentro de esta historia. Hoy estuve un par de horas discutiendo el tema en niveles de intensidad cada vez peores. No me resulta fácil.
Desde ayer que venía entrando a “la ciudad’’ estuve experimentando oleadas de ansiedad in crescendo. Mi primer reacción al respecto fue identificarlas como parte de un mecanismo de defensa relacionado a mi historia con este sitio. Poco después, ya mas en confianza, empecé a sentir que la razón de mi ansiedad y molestia era que entiendo algunas cosas de mas, y mi incapacidad por remediarlas. Gracias a eso de alguna manera la ansiedad cesó, pero empezaron a surgir otras sensaciones.
Ahora, después de varias chelas con mis cuates Leoneses, la sensación que permanece es la de decepción. Una especie de tristeza por lo que pudo ser. Por la vida que tuvimos y que la ciudad, o nosotros mismos, no supimos mantener. Hoy, lo único que seguimos teniendo entre nosotros es un pasado muy hermoso, y este presente cada vez nos distancia más.
Culpo a León. A su sociedad. A su maldita cerradez. A sus adultos mediocres y sin visión, que supieron heredarnos poco más que su conformismo. Una sociedad promisoria pero nada más. También nos culpo a nosotros los jóvenes. Somos culpables de adoptar sus pendejadas como verdaderas. De tomarlos en serio. De convertirnos en ellos.
León, destinado al fracaso en un par de generaciones más, a lo mucho.
Me quedo con el recuerdo de mis primeros 18 anos. El León que me hizo creer que esto de ser humano se trataba más que de cumplir con las obligaciones. El León que algún día me hizo sentir una suerte de orgullo por ser diferente, ya viviendo en el D.F.
Las opciones nunca existieron, solo fue una promesa. Varios de los personajes más interesantes de mi generación están perdidos ( a mi parecer) en vidas artificiales. Cumpliendo con deberes medianos para gozar de esa preciada “seguridad”.
Detesto esta ciudad. Detesto a la mayoría de sus habitantes. Leo en ella un futuro de crisis, fruto de la ignorancia que han aprendido a adoptar a cambio de una vida ‘’agradable’’ y sin demasiados cuestionamientos. Una ceguera por elección.
Los grandes Leoneses, además de Lucía Méndez y Polo Polo, son aquellos que han sabido huir y negar todo pasado relacionado con este pueblo. Bueno fuera que hubiera algún personaje de veras ilustre entre los leoneses. Va a estar difícil.

jueves, 18 de agosto de 2011

Shortcut

Existe en el ordenador, como herramienta de los programas dedicados a la producción, un ícono llamado “undo”, accesible por el comando “ctrl+z”.
Su nombre, a pesar de lo que indica, no significa deshacer. El acto de deshacer algo, de pretender que nunca ha sucedido puede ser simulado por el ordenador, sin embargo, dista mucho del verdadero hecho de deshacer una acción de la interfase.
Para empezar, en términos físicos es imposible deshacer una acción porque esto implicaría regresar en el tiempo, y deshacer también todas las reacciones que el evento ocasionó.
En términos de computación, deshacer una acción tajantemente empezaría por necesidad deshaciendo el click que activó el “undo”.
Esto, llamó mi atención el otro día.

miércoles, 13 de julio de 2011

Tripas y caca envueltas bien bonito.

Todos somos gore por adentro.
Lo que nos hace sexies es solo la funda.
Esta pinche funda que sobrepobló al planeta.
Creó las artes, las modas y hasta la guerra de Troya.
Que simples y vanales somos los humanos,
que con la vista nos enamoramos de la piel,
y todo lo demás o nos asusta o ya lo olvidamos.

jueves, 7 de julio de 2011

Jovenes Artistas

He conocido a varios, algunos en proceso de construirse una identidad, otros mas consagrados en su mediocridad, pero nunca realmente, he conocido a un artista “digno” de una fama internacional. Desconozco la razón por la que siempre he sentido poca empatía hacia esta comunidad dotada de capacidades estéticas superiores, pero estoy seguro que entre mayor la fama, menos convincente el argumento de la pieza o tal.
Actualmente suprimidas las burguesías, monarquías, imperios y demás locuras del poder hereditario, los pocos que gozan de fortunas logradas por sus propios medios, llevando una vida relativamente tranquila, son los artistas. Con los bitles comenzó una época en la que los jóvenes heredarían el mundo, y no solo eso, lo manejarían a su antojo. Así, 40 años después de su separación, los viejos están condenados a la soledad y el extrañamiento, mientras que una inmensa sección de la población mundial está compuesta por artistas jóvenes. Ser joven y no ser artista es casi un pecado en nuestros tiempos. Ser artista se ha convertido en el medio ideal de sustento para aquellos que somos demasiado sensibles como para obtener un trabajo real que pueda durar los próximos 20 o 30 años.
La maldita publicidad y los corruptos medios, culpables de todo lo malo, objetivos de todas las quejas por la imperfección de la modernidad, nos enseñaron que si no somos exitosos y felices y jóvenes y simpáticos, poco sentido tiene que estemos aquí. Desgraciadamente ya no hay guerras para que la gente aburrida vaya a convertirse en héroe y de paso se muera.
Asi que jóvenes artistas del mundo, congreguémonos a hacer dinero rápido. Terminemos con los trabajos formales, vendámosle el arte a otros artistas ya ricos, hagamos que los campesinos sean artistas: los prados llenos de piezas, las vacas convertidas en lienzos. Traigamos el arte a los trabajos de la ciudad: el pavimento esculpido en exquisitos bajorrelieves, los camellones transformados en galerías lineales, los trámites del gobierno escritos en verso. Es momento de vivir en una pieza. De usar perfumes caros. De convertir nuestra existencia en algo teatral y exquisito.
O NO.

jueves, 26 de mayo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

Hacía tres semanas que los sábados después de la cáscara aprovechaban para juntarse en casa de la abuela catalana, en la Florida, donde siempre había una buena tortilla española lista para ser devorada "a las chelas".
Después de un breve brunch mexicano-español acompañado de revistas de sudoku y las últimas "Hola", se unieron a la comitiva los 2 que venían llegando de clases.
Se despidieron de Isabel, formados en una filita semicirular, al tiempo que cada uno soltaba las obligadas frases típicas de despedida, para subirse después al Golf.
El plan de la tarde consistía en ir por 2 pollos y un par de cartones, para ir a cotorrear con los albañiles de alguna de las obras del rumbo.
Esa tarde, acordaron después de un brevario del copiloto, ir a un edificio a punto de terminarse en altavista, al parecer algunas nuevas oficinas del gobierno.
El velador con un cigarro recién prendido en la boca y una chela cerrada en la mano, les abrió la puerta aclarándoles que dentro de 1 hora vendría la camioneta para llevarse a los albañiles, y los 2 cartones de no haberse terminado, tendrían que quedarse bajo su custodia.
3 horas y media, y varias sandeces y gargajos de Don Ramiro después, regresaban zigzagueando a terminar la tarde y trazar el plan para el día siguiente.
El tiempo apremiaba: la apertura del edificio sería en 2 semanas, y por lo que escucharon esa tarde, era evidente que no habría de pasar.

martes, 1 de marzo de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

Reklamo

Al principio empezó como un ligero malestar, un ligero y persistente hastío que se presentaba cuando estaba sentado frente a la televisión.
Con el tiempo, la molestia comenzó a surgir en el coche mientras circulaba por el periférico. Se había convertido en una especie de comezón mental que aparecía primero asociada a las memorias más antiguas, luego subía de intensidad cuando el pensamiento se acercaba al presente y se tornaba insoportable en unas punzadas de angustia, al pasar al futuro inmediato.
Mi situación se tornó crítica. Ya no podía manejar, mucho menos ir al cine, o ver la televisión. A veces incluso entraba en crisis con tan solo escuchar el radio o checar el mail.
Hablando de esto con amigos, terminé contactando a un especialista en el tema. El diagnóstico que recibí resultó predecible. Soy alérgico al marketing, con una especial sensibilidad a las campañas gringas, pero especialmente, a las argentinas.
Por alguna razón, la publicidad desarrollada por “creativos” argentinos dispara de manera inigualable mis mecanismos de defensa, yendo desde una simple negación hasta arranques de ira selvática, desencadenados a menudo por señoritas disfrazadas para alguna campaña BTL.
Las opciones en mi caso, consistieron en recurrir a tratamientos del tipo experimental, pues el mal que padezco al parecer es bastante reciente. Fui expuesto a bombardeos mercadotécnicos en sesiones estilo Naranja Mecánica, terapias de contemplación ininterrumpida de una Farmacia Similar (bocinotas, botarga, etc) por períodos prolongados, y hasta una asistencia a “La noche de los publívoros” sedado hasta la madre.
Al día siguiente decidí escapar.
No tomé un barco a África, tampoco me corté las venas.
Decidí escapar de la publicidad, pero sin moverme de aquí. No me voy a dejar ganar tan fácilmente. Aquí nací, aquí vivo y esto es lo que soy. Todos los días lucho por recuperar esa parte de mi vida, por mantenerla libre de influencias externas sin sentido.
He descubierto rutas, horarios y ángulos de visión en los que estoy menos expuesto a las campañas. Todavía las mas invasivas siguen superando mis métodos, aunque cada vez menos. Empiezo a notar una limpieza de pensamientos, un sistema que se alimenta a si mismo. Me resulta cada vez más raro encontrarme con ideas “plantadas” para fines comerciales. Existían otras cosas antes de la publicidad.
La definición de belleza y bienestar contemporánea no es más que una aberración infundada.
El siguiente paso consiste en contraatacar

sábado, 12 de febrero de 2011

lunes, 31 de enero de 2011

Extracto

La condición humana se compone del frágil equilibrio entre las necesidades del cuerpo animal y la posibilidad divina del espíritu. El sufrimiento del ser, muchas veces esta dictado por los instintos que arrastra nuestro cuerpo desde nuestros ancestros. La soledad y la enfermedad llegan a superar toda la entereza del espíritu. Y nos vemos en la disyuntiva de dedicar mayores atenciones al cuerpo y los placeres, o alejarnos de ellos y dedicarnos al desarrollo de la conciencia, el cosmos que vive en nosotros.
Estos son tiempos de extremos. Nunca antes había existido tal devoción generalizada hacia los placeres y las distracciones inmediatas. Por otro lado, nunca había existido tal atención hacia el entorno metafísico del ser. Hacia nuestra condición de seres “sobrenaturales”. Pareciera como si un cisma inminente estuviera cerniéndose sobre la humanidad. Será posible que llegue el momento en que una de estas dos visiones llegue a sobreponerse a la otra, o simplemente se complementaran?
Es necesario adoptar una postura? O es mejor tomar un poco de ambas y continuar con la vida, intensificada en ambos sentidos. Comercial y placentera complementada con ejercicios espirituales constantes?
Es posible que el capitalismo modifique su curso y siga evolucionando hacia una humanidad mas consciente?

lunes, 17 de enero de 2011

Regalos de muertos.

Todavía me encuentro con resaca de las pedas navideñas, asoleado por la playa y sacado de pedo por la locura comercial de las compras y descuentos.
Sin embargo, me parece que terminó apenas después de haber comenzado. ¿Porque chingados tanto alboroto injustificado?
¿El único sentido que tiene es publicitario y comercial?
Parece que si. Yo digo que mandemos desde hoy a la verga la navidad. ¿Que mensaje queremos dejarle a nuestros hijos? ¿Que compren y compren en estas fechas, porque así dicen que hizo un santo que a nadie le importa?
¿Qué corten un pino y lo crucifiquen en sus salas porque los gringos en las películas lo hacen y se ve re lindo?
Yo digo, si vamos a regalar específicamente algo material a los niños, que sirva de algo más que para presumir al regreso a clases.
Si la noche de los regalos coincidiera con el día de muertos, creo que el mensaje que se transmitiera podría ser mucho más rico.
Sería una buena fecha para regalar cosas bizarras, herencias, libros viejos, rarezas, pero sobre todo, para que los niños entraran en contacto con la cultura de muerte del Mexicano de una forma integral y divertida.
Que le pierdan el miedo al mas allá, que se sepan humanos y por lo tanto pasajeros temporales del planeta; cosas que a todos nos sirve recordar.
Muy diferente al Halloween y al Santaclos gabachos.