lunes, 31 de enero de 2011

Extracto

La condición humana se compone del frágil equilibrio entre las necesidades del cuerpo animal y la posibilidad divina del espíritu. El sufrimiento del ser, muchas veces esta dictado por los instintos que arrastra nuestro cuerpo desde nuestros ancestros. La soledad y la enfermedad llegan a superar toda la entereza del espíritu. Y nos vemos en la disyuntiva de dedicar mayores atenciones al cuerpo y los placeres, o alejarnos de ellos y dedicarnos al desarrollo de la conciencia, el cosmos que vive en nosotros.
Estos son tiempos de extremos. Nunca antes había existido tal devoción generalizada hacia los placeres y las distracciones inmediatas. Por otro lado, nunca había existido tal atención hacia el entorno metafísico del ser. Hacia nuestra condición de seres “sobrenaturales”. Pareciera como si un cisma inminente estuviera cerniéndose sobre la humanidad. Será posible que llegue el momento en que una de estas dos visiones llegue a sobreponerse a la otra, o simplemente se complementaran?
Es necesario adoptar una postura? O es mejor tomar un poco de ambas y continuar con la vida, intensificada en ambos sentidos. Comercial y placentera complementada con ejercicios espirituales constantes?
Es posible que el capitalismo modifique su curso y siga evolucionando hacia una humanidad mas consciente?

lunes, 17 de enero de 2011

Regalos de muertos.

Todavía me encuentro con resaca de las pedas navideñas, asoleado por la playa y sacado de pedo por la locura comercial de las compras y descuentos.
Sin embargo, me parece que terminó apenas después de haber comenzado. ¿Porque chingados tanto alboroto injustificado?
¿El único sentido que tiene es publicitario y comercial?
Parece que si. Yo digo que mandemos desde hoy a la verga la navidad. ¿Que mensaje queremos dejarle a nuestros hijos? ¿Que compren y compren en estas fechas, porque así dicen que hizo un santo que a nadie le importa?
¿Qué corten un pino y lo crucifiquen en sus salas porque los gringos en las películas lo hacen y se ve re lindo?
Yo digo, si vamos a regalar específicamente algo material a los niños, que sirva de algo más que para presumir al regreso a clases.
Si la noche de los regalos coincidiera con el día de muertos, creo que el mensaje que se transmitiera podría ser mucho más rico.
Sería una buena fecha para regalar cosas bizarras, herencias, libros viejos, rarezas, pero sobre todo, para que los niños entraran en contacto con la cultura de muerte del Mexicano de una forma integral y divertida.
Que le pierdan el miedo al mas allá, que se sepan humanos y por lo tanto pasajeros temporales del planeta; cosas que a todos nos sirve recordar.
Muy diferente al Halloween y al Santaclos gabachos.