viernes, 29 de junio de 2012
Evolucion truncada.
En una conferencia que vi de Rem Koolhas hace ya unos años, presentaba unas gráficas de cómo las culturas europeas habían florecido gracias a los ríos que discurren a lo largo del continente. Todas las antiguas capitales europeas están ubicadas a las márgenes de los ríos, y las mas importantes estaban muy cerca del mar.
El comercio marítimo era necesario para el intercambio de materias primas y tecnología entre las culturas del viejo mundo, pero tuvo otras consecuencias, como los procesos de mestizaje extensivos, y los intercambios de enfermedades, plagas y anticuerpos, que eventualmente serían un factor influyente en la conquista y colonización de América.
El caso de América es distinto en todas estas cosas. Las culturas que florecieron aquí no tuvieron contacto alguno con otras fuera del continente. Fue una evolución intelectual mucho más lenta, sin la capacidad de absorber conocimientos y descubrimientos ajenos.
Existieron en efecto varias culturas mesoamericanas a lo largo de varios miles de años, pero todas compartían más o menos el mismo sistema de creencias y tenían más o menos las mismas limitaciones tecnológicas. Todas tuvieron una cosmovisión enfocada a los astros y los ciclos que estos presentan. Aunque también compartieron el culto a otros fenómenos naturales, y en particular a la lluvia.
Creo que de haberse mantenidos aislados otros 5 mil años o más, estas culturas hubieran seguido un desarrollo intelectual y tecnológico muy distinto al que nos tocó. Seguramente hubieran pasado por una edad de hierro, bronce y demás. Tal vez se habrían vuelto buenos navegantes. Tal vez hubieran desarrollado una lengua escrita y descubierto el arco y la bóveda. Tal vez hubieran evolucionado sin todo eso, sino con versiones distintas de las mismas cosas, tecnologías distintas.
Eso, creo que fue la mayor pérdida atribuible a la conquista. Esas posiblidades tecnológicas autóctonas, fruto de una cultura en madurez. Una evolución intelectual auténticamente asociada a un espacio geográfico.
Creo que si el humano desapareciera, y otro chango se volviera Neanderthal y llegara a América de “chiripa”, volverían a aparecer las pirámides, y el culto a los astros y las estelas con jeroglíficos. Ese es el conocimiento que prosperaría en este territorio. Luego quien sabe.
miércoles, 20 de junio de 2012
Verdad en evolución
Son tiempos de elecciones. Todo mundo dice predicar con la verdad. El debate organizado por los estudiantes ostentaba el lema de los Jesuitas de “La verdad os hará libres”.
Me puse a pensar, después de una conversación con Jp de camino al trabajo ¿Cual es el valor de la verdad? ¿Es aquello que la mayoría entiende como real? ¿Tiene un valor positivo la verdad?
Cuando hablamos de los valores de nuestra sociedad, y sobre todo, de las sociedades que nos precedieron, vemos en ellas valores positivos y otros negativos. Generalmente los valores negativos son eliminados, depurados, en un proceso de cuestionamiento y muchas veces de movimientos sociales. Se puede decir, que en un impulso hacia una mejor existencia, la sociedad sustituye ciertos hábitos por otros “mejores”. Esto, me parece, habla de una perspectiva en evolución. De un concepto de “verdad” que se modifica, en busca de una versión que cumpla con las nuevas necesidades de ese grupo.
Es así, que hoy vemos cómo conceptos que antes estaban presentes y eran incuestionables en la vida de nuestros ancestros, como la superioridad racial, las colonias europeas, o algunos ritos religiosos conservadores, han ido desapareciendo y son sustituidos por ideas más “verdaderas”, o más cercanas a un ideal común.
Vivimos en una sociedad en evolución, y resulta difícil entender qué tanto de lo que hoy conocemos como verdadero será eliminado y sustituido por otros valores. Y si el objetivo de estos cambios a fin de cuentas está orientado hacia una visión de lo resulte “mejor” para todos, es interesante imaginar hasta que punto van a llegar estas mejores versiones de la sociedad.
¿Que tanto de lo que hoy hacemos y pensamos, es un error que no hemos entendido aún?
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