
lunes, 9 de enero de 2012
Wake Up
A continuacion un extracto del texto que aparece al final de la ultima versión del Minecraft. En palabras del Autor, una especie de mensaje del universo hacia los jugadores, que después de pasar tanto tiempo en un juego sin aparentes límites, regresan a sus vidas "reales". Casi como despertando de un sueño.
§2The atoms of the player were scattered in the grass, in the rivers, in the air, in the ground. A woman gathered the atoms; she drank and ate and inhaled; and the woman assembled the player, in her body.
§2And the player awoke, from the warm, dark world of its mother’s body, into the long dream.
§2And the player was a new story, never told before, written in letters of DNA. And the player was a new program, never run before, generated by a sourcecode a billion years old. And the player was a new human, never alive before, made from nothing but milk and love.
§3You are the player. The story. The program. The human. Made from nothing but milk and love.
El mensaje completo.
§2The atoms of the player were scattered in the grass, in the rivers, in the air, in the ground. A woman gathered the atoms; she drank and ate and inhaled; and the woman assembled the player, in her body.
§2And the player awoke, from the warm, dark world of its mother’s body, into the long dream.
§2And the player was a new story, never told before, written in letters of DNA. And the player was a new program, never run before, generated by a sourcecode a billion years old. And the player was a new human, never alive before, made from nothing but milk and love.
§3You are the player. The story. The program. The human. Made from nothing but milk and love.
El mensaje completo.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Le Scaphandre et le Papillon
Ayer escuchaba en el radio la historia de Jean Bauby, que después de un derrame cerebral despertó dándose cuenta de que podía ver, oír y pensar perfectamente, pero no podía mover un solo músculo fuera de su párpado izquierdo. En esas condiciones escribió un libro que lleva más de un millón de copias vendidas y una película. 2 Días después de publicar ese libro, Bauby murió de un problema respiratorio.
Puede sonar a anécdota mañanera de Toño Esquinca, sin embargo lo escuche en 107.9, y además ese no es el punto. El chiste es que a veces esas cosas pasan. La vida de repente da un vuelco. Estemos preparados o no, lo importante es tomar esos cambios a favor. Aun mas importante, es reconocer un agente de cambio como tal, y no dejarlo como un hecho aislado.
Si tenemos vidas sencillas: sin guerras, sin pobreza extrema, sin enemigos mortales, sin una causa por la que dar la vida; creo que es posible inventar nuestros propios agentes de cambio, los motores de una existencia con significado.
Dudo que vaya a venir otro Hitler a llenar la vacante de super villano, y que gracias a eso tengamos un papel que jugar. Prefiero pensar que la vida nos da avisos, casi siempre sutiles, invitándonos a hacer algo por nosotros. Incluso si decidimos no hacer nada y tan solo vivir sin demasiados sobresaltos, puede que el momento de la muerte sea aquello por lo que seamos recordados.
Puede sonar a anécdota mañanera de Toño Esquinca, sin embargo lo escuche en 107.9, y además ese no es el punto. El chiste es que a veces esas cosas pasan. La vida de repente da un vuelco. Estemos preparados o no, lo importante es tomar esos cambios a favor. Aun mas importante, es reconocer un agente de cambio como tal, y no dejarlo como un hecho aislado.
Si tenemos vidas sencillas: sin guerras, sin pobreza extrema, sin enemigos mortales, sin una causa por la que dar la vida; creo que es posible inventar nuestros propios agentes de cambio, los motores de una existencia con significado.
Dudo que vaya a venir otro Hitler a llenar la vacante de super villano, y que gracias a eso tengamos un papel que jugar. Prefiero pensar que la vida nos da avisos, casi siempre sutiles, invitándonos a hacer algo por nosotros. Incluso si decidimos no hacer nada y tan solo vivir sin demasiados sobresaltos, puede que el momento de la muerte sea aquello por lo que seamos recordados.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Nomas los taqueros se salvan.
Siento que al estar escribiendo esto en calzones a mitad de la noche, recién levantado de la cama, estoy haciendo una especie de bien a la humanidad, o algo así.
Todo se resume, creo, a una necesidad de sacarme esto de la cabeza antes de dormir.
Si tan solo se tratara de dormir, estirando la pata y abrazando la almohada, todo estaría resuelto. El problema está en que llevo un par de días retorciéndome en la ansiedad de saberme en mi mero territorio, sin punto de escape, visitante de mi propia historia, la causa de quien soy.
Estoy cada vez más convencido que León, la ciudad donde me tocó crecer es una mierda. Detesto reconocerme dentro de esta historia. Hoy estuve un par de horas discutiendo el tema en niveles de intensidad cada vez peores. No me resulta fácil.
Desde ayer que venía entrando a “la ciudad’’ estuve experimentando oleadas de ansiedad in crescendo. Mi primer reacción al respecto fue identificarlas como parte de un mecanismo de defensa relacionado a mi historia con este sitio. Poco después, ya mas en confianza, empecé a sentir que la razón de mi ansiedad y molestia era que entiendo algunas cosas de mas, y mi incapacidad por remediarlas. Gracias a eso de alguna manera la ansiedad cesó, pero empezaron a surgir otras sensaciones.
Ahora, después de varias chelas con mis cuates Leoneses, la sensación que permanece es la de decepción. Una especie de tristeza por lo que pudo ser. Por la vida que tuvimos y que la ciudad, o nosotros mismos, no supimos mantener. Hoy, lo único que seguimos teniendo entre nosotros es un pasado muy hermoso, y este presente cada vez nos distancia más.
Culpo a León. A su sociedad. A su maldita cerradez. A sus adultos mediocres y sin visión, que supieron heredarnos poco más que su conformismo. Una sociedad promisoria pero nada más. También nos culpo a nosotros los jóvenes. Somos culpables de adoptar sus pendejadas como verdaderas. De tomarlos en serio. De convertirnos en ellos.
León, destinado al fracaso en un par de generaciones más, a lo mucho.
Me quedo con el recuerdo de mis primeros 18 anos. El León que me hizo creer que esto de ser humano se trataba más que de cumplir con las obligaciones. El León que algún día me hizo sentir una suerte de orgullo por ser diferente, ya viviendo en el D.F.
Las opciones nunca existieron, solo fue una promesa. Varios de los personajes más interesantes de mi generación están perdidos ( a mi parecer) en vidas artificiales. Cumpliendo con deberes medianos para gozar de esa preciada “seguridad”.
Detesto esta ciudad. Detesto a la mayoría de sus habitantes. Leo en ella un futuro de crisis, fruto de la ignorancia que han aprendido a adoptar a cambio de una vida ‘’agradable’’ y sin demasiados cuestionamientos. Una ceguera por elección.
Los grandes Leoneses, además de Lucía Méndez y Polo Polo, son aquellos que han sabido huir y negar todo pasado relacionado con este pueblo. Bueno fuera que hubiera algún personaje de veras ilustre entre los leoneses. Va a estar difícil.
Todo se resume, creo, a una necesidad de sacarme esto de la cabeza antes de dormir.
Si tan solo se tratara de dormir, estirando la pata y abrazando la almohada, todo estaría resuelto. El problema está en que llevo un par de días retorciéndome en la ansiedad de saberme en mi mero territorio, sin punto de escape, visitante de mi propia historia, la causa de quien soy.
Estoy cada vez más convencido que León, la ciudad donde me tocó crecer es una mierda. Detesto reconocerme dentro de esta historia. Hoy estuve un par de horas discutiendo el tema en niveles de intensidad cada vez peores. No me resulta fácil.
Desde ayer que venía entrando a “la ciudad’’ estuve experimentando oleadas de ansiedad in crescendo. Mi primer reacción al respecto fue identificarlas como parte de un mecanismo de defensa relacionado a mi historia con este sitio. Poco después, ya mas en confianza, empecé a sentir que la razón de mi ansiedad y molestia era que entiendo algunas cosas de mas, y mi incapacidad por remediarlas. Gracias a eso de alguna manera la ansiedad cesó, pero empezaron a surgir otras sensaciones.
Ahora, después de varias chelas con mis cuates Leoneses, la sensación que permanece es la de decepción. Una especie de tristeza por lo que pudo ser. Por la vida que tuvimos y que la ciudad, o nosotros mismos, no supimos mantener. Hoy, lo único que seguimos teniendo entre nosotros es un pasado muy hermoso, y este presente cada vez nos distancia más.
Culpo a León. A su sociedad. A su maldita cerradez. A sus adultos mediocres y sin visión, que supieron heredarnos poco más que su conformismo. Una sociedad promisoria pero nada más. También nos culpo a nosotros los jóvenes. Somos culpables de adoptar sus pendejadas como verdaderas. De tomarlos en serio. De convertirnos en ellos.
León, destinado al fracaso en un par de generaciones más, a lo mucho.
Me quedo con el recuerdo de mis primeros 18 anos. El León que me hizo creer que esto de ser humano se trataba más que de cumplir con las obligaciones. El León que algún día me hizo sentir una suerte de orgullo por ser diferente, ya viviendo en el D.F.
Las opciones nunca existieron, solo fue una promesa. Varios de los personajes más interesantes de mi generación están perdidos ( a mi parecer) en vidas artificiales. Cumpliendo con deberes medianos para gozar de esa preciada “seguridad”.
Detesto esta ciudad. Detesto a la mayoría de sus habitantes. Leo en ella un futuro de crisis, fruto de la ignorancia que han aprendido a adoptar a cambio de una vida ‘’agradable’’ y sin demasiados cuestionamientos. Una ceguera por elección.
Los grandes Leoneses, además de Lucía Méndez y Polo Polo, son aquellos que han sabido huir y negar todo pasado relacionado con este pueblo. Bueno fuera que hubiera algún personaje de veras ilustre entre los leoneses. Va a estar difícil.
jueves, 18 de agosto de 2011
Shortcut
Existe en el ordenador, como herramienta de los programas dedicados a la producción, un ícono llamado “undo”, accesible por el comando “ctrl+z”.
Su nombre, a pesar de lo que indica, no significa deshacer. El acto de deshacer algo, de pretender que nunca ha sucedido puede ser simulado por el ordenador, sin embargo, dista mucho del verdadero hecho de deshacer una acción de la interfase.
Para empezar, en términos físicos es imposible deshacer una acción porque esto implicaría regresar en el tiempo, y deshacer también todas las reacciones que el evento ocasionó.
En términos de computación, deshacer una acción tajantemente empezaría por necesidad deshaciendo el click que activó el “undo”.
Esto, llamó mi atención el otro día.
Su nombre, a pesar de lo que indica, no significa deshacer. El acto de deshacer algo, de pretender que nunca ha sucedido puede ser simulado por el ordenador, sin embargo, dista mucho del verdadero hecho de deshacer una acción de la interfase.
Para empezar, en términos físicos es imposible deshacer una acción porque esto implicaría regresar en el tiempo, y deshacer también todas las reacciones que el evento ocasionó.
En términos de computación, deshacer una acción tajantemente empezaría por necesidad deshaciendo el click que activó el “undo”.
Esto, llamó mi atención el otro día.
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