lunes, 17 de enero de 2011

Regalos de muertos.

Todavía me encuentro con resaca de las pedas navideñas, asoleado por la playa y sacado de pedo por la locura comercial de las compras y descuentos.
Sin embargo, me parece que terminó apenas después de haber comenzado. ¿Porque chingados tanto alboroto injustificado?
¿El único sentido que tiene es publicitario y comercial?
Parece que si. Yo digo que mandemos desde hoy a la verga la navidad. ¿Que mensaje queremos dejarle a nuestros hijos? ¿Que compren y compren en estas fechas, porque así dicen que hizo un santo que a nadie le importa?
¿Qué corten un pino y lo crucifiquen en sus salas porque los gringos en las películas lo hacen y se ve re lindo?
Yo digo, si vamos a regalar específicamente algo material a los niños, que sirva de algo más que para presumir al regreso a clases.
Si la noche de los regalos coincidiera con el día de muertos, creo que el mensaje que se transmitiera podría ser mucho más rico.
Sería una buena fecha para regalar cosas bizarras, herencias, libros viejos, rarezas, pero sobre todo, para que los niños entraran en contacto con la cultura de muerte del Mexicano de una forma integral y divertida.
Que le pierdan el miedo al mas allá, que se sepan humanos y por lo tanto pasajeros temporales del planeta; cosas que a todos nos sirve recordar.
Muy diferente al Halloween y al Santaclos gabachos.

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