La realidad en la que existimos se nos presenta a menudo como un sistema complejo de retos y adversidades que de ir venciendo nos llevará eventualmente al éxito -o el reconocimiento- y en última instancia a la felicidad. El método educativo está diseñado para enseñarle a las personas cómo funcionan los diferentes sistemas actuales, y entre mayor sea el conocimiento de esos sistemas, más posibilidades tendrá un individuo de superarlos, o de contribuir a mejorarlos.
Creo que una metáfora para este sistema de aprendizaje y superación de dificultades es la situacion a la que se enfrenta un reo que desea escapar. La carcel está repleta de rutinas y procesos repetitivos, que de estudiarse a detalle, a veces revelan imperfecciones. Las oportunidades surgen en la forma de estos pequeños descubrimientos y saberlos aprovechar en el mejor momento.
No resulta tan agradable la comparación entre esta realidad y la de una prisión de la cual hay que escapar para ser feliz, pero creo que en cierto nivel así resulta. Y más considerando que fuimos educados para ver la vida como una lucha continua contra un sistema que más que ser una herramienta, a menudo resulta el peor de los enemigos.
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